Nuestra Señora de la Amargura. Hellín

Los orígenes de la Cofradía de la Santa Cruz en Hellín se remontan al S. XVI, cuando la Cofradía de la Vera Cruz, que por aquel entonces contaba incluso con ermita propia, comienza a tomar parte en los Vía Crucis penitenciales. A comienzos del S. XIX, la Santa Cruz ya abría todos los cortejos procesionales de la Semana Santa de Hellín, si bien la Hermandad no se fundaría oficialmente hasta finales de Siglo. Desgraciadamente fue pasto de las llamas en la Guerra Civil.

Es en 1949 cuando el local José Zamorano, tras completar su formación académica, decide donar su primera obra a Hellín. Se trataría de una Virgen de vestir, a la que dio la advocación de Virgen de la Amargura, que acompañaría a la Santa Cruz abriendo los desfiles de la Semana Santa de Hellín. Por si todo esto no bastara para considerarla una imagen hellinerísima, fue labrada con madera obtenida de una viga del clásico Teatro Principal.

Mucho se ha versado sobre la Virgen de la Amargura, también conocida en Hellín como Virgen de la Cruz o Virgen de las Palomas. Se trata de una iconografía muy original. Zamorano nos presenta a María como una señora rota por el dolor, pero que no pierde un ápice de belleza o entereza. Por su finura, para muchos, a pesar de ser la primera, también es considerada la mejor de sus obras, por lo que se ganaría el sobrenombre del “Escultor de la Cruz”. Este apodo, no sería solo de Hellín, y es que como veremos en este mismo blog, en otras poblaciones como Albacete, La Roda o Pozocañada, también quisieron contar con una Virgen de la Amargura que fuera similar a la hellinera.

La Hermandad de la Santa Cruz y la Virgen de la Amargura se ha convertido en una de las más populares de Hellín, contando con más de 300 nazarenos. La algarabía o la juventud de los componentes de sus filas también son otras de sus señas de identidad.

Contaba con banda de música propia, siendo probablemente junto a la Juventud Musical una de la más arraigadas de esta semanasantera localidad, pero desgraciadamente se disolvió en 2008 como consecuencia de una grave crisis que azotó a la Hermandad, de la que poco a poco van saliendo.

Entre su ajuar, cuenta con un precioso trono obra del tallista hellinero Francisco Azorín Vela o un precioso manto de terciopelo verde bordado por las Monjas Clarisas de Hellín.

La Virgen de la Amargura se venera en el Santuario del Rosario, siendo uno de los símbolos de la Semana Santa hellinera. En la actualidad, participa en las procesiones de la Oración del Huerto en la tarde de Miércoles Santo, en la de la mañana del Viernes Santo hacia el Monte Calvario, en la del Santo Entierro ese mismo día y en la del Domingo de Resurrección.