Imagen procesional de Ntra. Sra. de los Llanos en la Iglesia de los Padres Franciscano de Albacete.
Muchas son las tradiciones populares que hablan sobre el origen de la imagen de Nuestra Señora de los Llanos. La que adquiere un carácter más popular, sería la que narra la milagrosa aparición de la imagen de Nuestra Señora, y que recogería Villalba Córcoles, en su Pensil del Ave María de 1730. En esta narración se indica que la imagen fue realizada por el propio San Lucas, que se la entregó a Santiago, el cual la escondió en los Llanos. A su regreso a Roma, se lo comunicó a San Pedro que envió a los 7 Varones Apostólicos a España, y que terminarian reuniéndose en los Llanos para depositar allí una imagen de San Pedro. Así ambas imágenes serian el origen de las ermitas de la Virgen de los Llanos de Albacete y del San Pedro de Matilla de Chinchilla.
En pleno siglo XV, aparecen ya en los libros municipales referencias a la Virgen de los Llanos, quedando documentadas las traídas en rogativa de la Virgen a Albacete.
En 1627 se construirá un nuevo templo en los Llanos a la Patrona, que pocos años después se vería acompañada por los monjes de la Orden Descalza de San Francisco, instalados junto a la ermita en 1672. A partir de este momento la devoción a la Virgen de los Llanos experimentan un importante florecimiento, al igual que la presencia de los Franciscanos en la vida religiosa de Albacete. La Feria se traslada del casco urbano a los Llanos, por ser lugar de cruce de caminos. Tal acontecimiento retribuiría muchos beneficios tanto al Convento, como a la vecina ciudad de Chinchilla que acudía a dar culto a San Pedro, comenzando también a fomentar el culto a Nuestra Señora de las Nieves.
La Feria se celebraría en torno al convento hasta 1783, momento en el certamen anual se trasladaría a las Eras de Santa Catalina, entonces a las afueras de la Villa de Albacete. Este seria el final de los conflictos entre los frailes franciscanos y el Concejo, por los derechos sobre una feria que retribuía importantes beneficios económicos.
Durante todo el siglo XVIII y parte del XIX, se siguieron celebrando traídas y llevadas de la Virgen de su Santuario a Albacete en rogativa.
Con la Desamortización de los bienes eclesiásticos de 1836, el Convento de los Llanos quedó clausurado, y tanto su iglesia como el resto de dependencias vendidas. En cambio la Patrona y todo su ajuar fue reclamado por el Ayuntamiento de Albacete, que trasladó definitivamente a Nuestra Señora de los Llanos, entronizándola en la Parroquia de San Juan Bautista. Habilitándole poco después una hornacina en el retablo mayor.
García-Saúco Beléndez, Luis Guillermo; "La imagen de la Virgen de los Llanos. Valoración histórica y artística". Revista Cultural Albacete nº7.
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