Nuestra Señora de los Dolores. Pozohondo

Pozohondo tiene el gusto de contar entre su patrimonio escultórico, con una de las obras que en la década de los cuarenta, realizase José Díes en su taller valenciano. Nuestra Señora de los Dolores, llega a Pozohondo en el año 1945, como bien nos indica la firma que el escultor plasmó en la peana de la misma. Desde entonces recibirá culto en la Parroquia de San Juan Bautista, actualmente en la capilla del Santísimo, junto a la imagen del Sagrado Corazón de Jesús.

Desconocemos de momento datos que nos arrojen información sobre la Dolorosa que veneró Pozohondo antes de la Guerra Civil, lo que si sabemos es que su falta mueve la necesidad de una nueva imagen, que desfile y cierre los desfiles procesionales de la Semana Santa pozondera.

Díes crea una imagen de María claramente inspirada en las Dolorosas de la Escuela Murciana del siglo XVIII. La Virgen de mirada suplicante, mira al cielo, sus labios entreabiertos exhala un tenue gemido de dolor contenido. De pelo recogido prácticamente no se aprecia bajo su manto. Su gesto se complementa con sus brazos abiertos y sus finas manos, a las que nos tiene acostumbrado nuestro escultor valenciano. La imagen también tiene tallado el cuerpo, incluidos los pies, aunque esté clarísimamente concebida para ser vestida.

La imagen a cambiado mucho en su estética, sobre todo durante los días de Semana Santa, la Virgen, que a procesionado en unas pequeñas andas, bajo palio y sin el, lo hace en la actualidad en una carroza con sencilla candelería y un abundante y elegante arreglo floral. La Dolorosa propiamente dicha, también protagonizó importantes cambios estéticos, sobre todo en su forma de ser arreglada por sus camareras. Disponemos de fotos en las que aparece coronada con una curiosa corona imperial, pero también con el manto recogido sobre los brazos y el rostro sencillamente enmarcado con rostrillo a modo de las soledades castellanas. Dispone entre su ajuar, con varias túnicas de terciopelo azul, rojo, o de otros tejidos de color blanco, etc. Y de mantos sobre todo de colores oscuros, como negro o el azul marino.

En la actualidad, la Virgen procesiona el Miércoles Santo por la tarde, el Viernes Santo por la mañana en la Procesión del Encuentro, en la que la Dolorosa, acompañada de San Juan y Santa María Magdalena, se encuentra en la Plaza de España, frente a la Iglesia, con Nuestro Padre Jesús Nazareno. También procesionará ese mismo día en la procesión del Santo Entierro, ahora enlutada completamente, de negro riguroso, solemne en el momento en el que acompaña al Cristo Yacente, hasta la ermita del Santo Sepulcro a las afueras de la localidad, en conocido como Monte Calvario. Regresará al pueblo acompañada de la Magdalena y San Juan, que no la abandonarán hasta que el Domingo de Resurrección se encuentre de nuevo ahora con el Resucitado en el mismo lugar en el que se despide cada año antes de su subida al Calvario.

El encuentro simboliza un momento clave en la Semana Santa de Pozohondo. En el instante en el que la Dolorosa, casi toca con sus manos al Jesús Resucitado, palomas de colores son liberadas a la vez que suena el Himno Nacional, y aplauden los asistentes al emotivo acto. Hasta no hace mucho, un niño o niña de la Cofradía subía hasta la imagen para quitarle de su peño el puñal que atraviesa su pecho hasta el momento del Encuentro.

La Dolorosa, siempre cerrará los desfiles procesionales, junto con la prestigiosa Banda de Pozohondo, que pone música a cada uno de los pasos que la Madre Dolorosa da por las calles de esta pequeña localidad manchega.